9 feb 2014

Capitulo 8


  Terminé de limpiar su herida y le coloqué una bandita.


 -Gracias. – dijo sonriendo.
 - De nada.


  El camino continuó silencioso, ninguno decía nada, él se notaba nervioso y ¿yo? Bueno yo igual que siempre.


 - Y… ¿Vas a salir este fin de semana? – preguntó Estevanez.
 - No, voy a quedarme en casa.
 - ¿En serio? – Empezó a reírse.
 - Que estúpido… - Murmuré pero él lo alcanzó a escuchar Yo comencé a caminar dejándolo atrás.
 - ¡Oye! Espera, no te vayas… - Dijo tomándome del brazo.
 - No me toques. – Dije zafándome.
 - En serio perdóname… - Dijo tomándome de los dos brazos. – eres una chica muy linda y dulce y no me gustaría estar mal contigo. – Dijo acercándose a mí. 


  Una de las cámaras de Gabriel me estaba enfocando. No podía dejar que él me viera besando al enemigo. Aunque tuviera ganas no podía, Gabriel iba a matarme.


 - Que tal si mañana salimos a cenar o tomar un helado. – sugerí antes de que me besara.
 - Esta bien yo invitó. ¿Quieres que te pase a buscar? – Preguntó.
 - No no no no – Dije rápidamente. – Nos encontramos.
 - Esta bien. Mañana te paso la dirección.
 - Adiós. – Dije besando su mejilla.
 - Adiós. – Sonrió como un tonto.


  Comencé a caminar asegurándome de que no me viera entrar a la casa. Cuando entré estaba Gabriel en el sillón de brazos cruzados.


 - ¿Cómo te fue hoy Cari?
 - Bien, normal como a cualquier persona.
 - Y ¿Por que Sebastián trató de besarte?
 - ¿Me espiaste?
 - No es mi culpa que se paren justo en frente de la cámara – levantó la voz.
 - Mira, a mi me bajas la voz… NO VOY A DEJAR QUE SEBASTIÁN ME BESE ¿Entendiste?
 - Carina tu deber es matarlo, no enamorarte.
 - ¿Quien dijo que me iba a enamorar? Es mi primer día y ¿Piensas que estoy loca por él?
 - ¿Que pasa aquí? ¿Por qué discuten? – Dijo Malena entrando a la sala.
 - Este idiota piensa que me enamoré de Sebastián
 - Cuídate cuando te refieres a mi mocosa… - Dijo queriéndome levantar la mano.
 - GABRIEL – Exclamó Malena. – Esto es parte del plan. Hacer que Sebastian se enamore de Carina.


  Gabriel se quedó callado.


 - Subiré a mi habitación. – Dije yendo hacia las escaleras.


  Entré y me tiré en la cama, estaba cansadísima. Era un poco difícil caminar con tacos de esa altura.

  Me cambié y encendí la tele quería distraerme un poco, aún me faltaba monitorear las cintas de video. Era trabajo duro, fingir ser una adolescente normal y luego ser espía tiempo completo.


 - Toc toc – Golpearon mi puerta.
 - ¿Quién es?
 - Soy Gabriel.
 - Vete. – Dije molesta.
 - Carina ábreme.
 - Está abierto. – Dije.


  Él estaba con sus manos atrás.
  

 - ¿Que quieres? – Dije enojada.
 - Pedirte disculpas. Creo que me puse celoso… - Dijo agachando su cabeza.
 - Estuviste a punto de pegarme, si no fuese por Malena lo hubieses hecho. – Dije seria.
 - Es que ustedes no me habían dicho nada sobre ese plan. – Dijo. – y ao pensé que en verdad…
 - ¿Lo iba a besar? – Levanté mi ceja.
 - Si. – Suspiró. – Es que me cuesta creer que ya estas creciendo. – Me abrazó.
 - Te quiero idiota. – Le correspondí el abrazo.
 - Yo también mocosa. – Dijo riendo.
 - Pero por más celoso que seas el plan de enamorar al tonto de Estevanez para matarlo sigue en pie. – Dije cuando me aparte.
 - Está bien. – Dije revoleando los ojos. – Mira. – Dijo sacando una caja roja de atrás.
 - ¿Qué es? – pregunté.
 - Es un collar. – Lo abrió. Era hermoso. – Es de mamá. – dijo. – Los policías esa noche lo encontraron tirado en el suelo. – Añadió. – Pensaba dártelo más adelante, pero veo que es hora.
 - Gracias. – Lo abracé.
 - ¿Como estuvo tu día?
 - Normal. – Dije volviendo a la cama. – Tengo una amiga nueva.
 - Oh no. Está por llover… El apocalipsis. Se acaba el mundo. – Dijo riendo.
 - ¡Hey! – Exclamé.
 - Es que es raro que Carina Zampini tenga una amiga. Ni si quiera con las demás empleadas de la agencia tuviste el menor de los tratos. Excepto Malena. – Dijo subiendo una ceja. – Lo cual me extraña.
 - La chica es buena. Me agrada. – Dije sin darle importancia.
 - Que bien. – Dijo sonriendo.
 - y ¿Tú viste algo nuevo? – Pregunté.
 - No. Sólo me quede en casa con Malena. – Dijo.
 - Ajam – Levanté una ceja. – Y ¿Que estuvieron haciendo? – Reí.
 - No pienses mal. – Dijo colorado.
 - Deberías conseguirte amigos varones. – Dije.
 - ¿Para qué?
 - Siempre andas con mujeres… - Contesté. – ¿No serás gay o si?
 - NO – Exclamó.
 - Nunca te he conocido una novia. – Dije
 - Porque nunca tuve una
 - Entonces, si ¿Eres gay? – pregunté sólo para hacerlo enojar.
 - QUE NO SOY GAY. – Dijo molesto.
 - Esta bien no gay. – Dije riendo.
 - ¿Averiguaste algo de los Estevanez? – Preguntó para cambiar de tema.
 - Si, ya les pasé los datos a Malena. – Dije
 - Esta bien. – Se fue a la puerta. – te dejo descansar.
 - Ok.


  Me recosté y cerré los ojos un instante, luego me dormí.
  
  Malena me despertó, era hora de la cena. Después de cenar revisamos un par de cintas de vídeo, 3 autos negros entraron en la casa de los Estevanez. Lo cual era rara, luego volví a la cama.