12 mar 2014

Capitulo 23


  Nos quedamos ahí por varios minutos hasta que alguien tosió detrás de nosotros. Rápidamente me alejé asustada y ahí estaba quien más me temía.


 - Caria, ¿Qué haces? – Dijo con el ceño fruncido.
 - Yo… yo… yo… - Tartamudeé. – Él y yo... y él… - Estaba nerviosísima que no podía articular ninguna palabra.
 - Soy su amigo. – Sonrió Sebas rápidamente. – Soy Sebastián un gusto. – Le extendió la mano lo cual Gabriel no la tomó.
 - Carina métete adentro. – Dijo serio y frío.
 - Esta bien… - Agaché mi cabeza. – Adiós Sebas… - Iba a besar su mejilla pero Gabriel lo impidió.


  Entré lo más rápido que pude y busqué a Malena.


 - ¿Que paso? – Dijo viéndome.
 - Gabriel me vio con Sebastián. - tomé mi cabeza entre las manos.
 - Lo sé, estuve tratando de distraerlo pero igual se dio cuenta… ¿Te dijo algo?
 - No, sólo me envió adentro, seguro me va a matar – Dije alterada.
 - Shhh. – Siseó. – Ahí viene, silencio.


  Gabriel entró por la puerta y la cerró tranquilamente luego me miro y frunció el seño.


 - ¿Sabes que te amo demasiado, hermanononote? – Sonreí tiernamente.
 - Sabes que eso no funciona conmigo. – Dijo serio. – Y ¿Por qué mierda ESTABAS CON SEBATIÁN?
 - Déjame explicarte… - Dije un poco temerosa, Jamás había visto a Gabriel tan enojado.
 - ¿Qué cosa? ¿Que estabas a los besos y los abrazos con Sebastián en la calle? – Dijo indignado. – TE HE DICHO QUE TE ALEJES DE ÉL.
 - Gabriel, cálmate. – Dijo Malena tratando de tranquilizarlo.
 - Perdóname Melana, pero esto es entre Carina y yo.
 - Tienes razón Gabriel… es mi culpa. – Agaché mi cabeza mientras él me miraba sorprendido. – Te desobedecí, tú eres quien está a cargo de mi… perdón. – Me volteé. – Con permiso, me voy a mi habitación.


  Subí silenciosamente a mi habitación y me acosté pensando en todo lo que acababa de suceder. Me hacía miles de preguntas y trataba de elaborar una explicación lógica, pero no encontraba nada… El único hecho que debía asumir era que él me gustaba y demasiado y que sería imposible de hacerle daño. La mejor opción hubiera sido ir a su casa entrar de sorpresa y matarlo, así de sencillo pero yo no era quien daba las órdenes… tampoco opinaba en cuanto al plan rara vez tenía acceso. Sabía que iba a ser difícil fingir tener una relación.

  Unos golpes en mi puerta me distrajeron.


 - Pase. – Dije sentándome en la cama.
 - Carina... – Gabriel asomó su cabeza. – ¿Puedo hablar unos minutos contigo?
 - Si.
 - Sobre lo que paso hace rato… yo, bueno nunca te había escuchado decir perdón y como que… - rascó su cabeza.
 - Sólo te di la razón. – Dije.
 Suspiró. - Carina, algunas veces me hubiese encantado que tuvieras otra vida. – Me abrasó.
 - ¿A qué te refieres?
 - A que realmente pudieras terminar tus estudios, tener amigos, sin preocupación de tener que elegir entre tu trabajo y un chico.
 - ¿Qué? – Dije sobresaltada.
 - Malena me contó todo. – me miro.
 - Oh. Bueno así que ya sabes…
 - Si, igual yo venía sospechando. – rió.
 - ¿A sí? – reí al igual que él.
 - Si… esas salidas con Anabel era sospechosas.
 - ¿Qué debo hacer Gabriel? Estoy confundida. – Apoyé mi cabeza en su hombro.
 - Lo que tú sientas correcto… sólo por esta vez te diré que escuches a tu corazón y no te sientas presionada por el trabajo. – Besó mi frente.
 - O sea ¿Que si puedo salir con Sebastián?
 - Si pero por ahora no quiero que lo veas… por 3 o 4 días…
 - Ok.


  Luego de la cena volví a recostarme para descansar, mañana no iría a la escuela así que podría dormir hasta tarde