24 ene 2014

Capitulo 1

  Mi celular sonaba incesantemente, eran las 5:45 de la mañana y yo aún dormía plácidamente. Me levante fastidiosa y atendí el teléfono.

 - ¿Hola? – Pregunté adormecida.
 - Carina por fin atiendes. – Dijo Kevin del otro lado.
 - ¿Qué quieres? Son las casi las 6 de la mañana. – Dije molesta. -
 -El jefe tiene una misión para ti y quiere que vengas rápido. – Tenía un tono severo.
 - Está bien, voy enseguida.
 - Dile a Gabriel que venga, él también está involucrado.
 - Ok en 15 estamos allí. –

  Colgué. Fui hasta la habitación de Gabriel.

- Gabriel, levántate. – Dije corriendo las cortinas de su habitación. Los primero rayos de sol se asomaban.
 - Son las 6 de la mañana Carina, no molestes. – Dijo tapándose con la frazada.
 - El jefe quiere que vayamos a la agencia. – Dije destapándolo. – Rápido levántate, nos están esperando. – Levanté mi tono de voz.
 - ¿No te dijeron para que nos necesitan? – Preguntó sentándose en la cama.
 - No Gabriel. NO. – Dije molesta.
 - Ok, pero no te alteres. – Dijo yendo hacia el baño.

  Volví hasta mi cuarto y revolví mi armario buscando mi ropa, no había mucho que buscar, no era fanática de comprar ropa.

  Cuando Gabriel salió del baño aproveché para entrar, lavarme la cara y cepillarme los dientes. Vi mi reflejo en el espejo, estaba hecho un trapo. Mi rostro pálido y con ojeras. Se me venía a la cabeza la imagen de un oso panda.
  En fin, recogí mi pelo y salí, Gabriel estaba tomando una taza de café en la cocina. Serví un poco de café amargo en una taza. Luego de terminar nuestro “Desayuno Express” salimos. No recordaba la última vez que desayunamos bien. Desde que mamá y papá ya no están, nuestra vida ha sido difícil… MUY difícil. 
  Subimos al auto, en menos de 10 minutos estábamos ahí. Nos dirigimos al gran edificio. Cuando entramos le mostramos las credenciales al guardia, él sólo asintió con la cabeza. Subimos el ascensor hasta el 7º piso. En la enorme sala nos estaba esperando Kevin.

 - Por fin llegan… - Dijo levantando los brazos.
 - ¿Para qué nos llamaste? Espero que valga la pena, no me levanté las 6 de la mañana por cualquier estupidez. – Dije cruzándome de brazos.
 - Se levantó de mal humor… - Murmuró Gabriel, Yo sólo lo fulminé con la mirada.
 - El jefe tiene una misión para ustedes. – Dijo. – Los está esperando en su oficina.

 Me dirigí hacia su oficina y golpeé tres veces la puerta, del otro lado se escucho un “adelante”. Allí estaba él, un hombre de unos 57 años aproximadamente, cabello un poco blanco, piel avejentada por el paso del tiempo y un bigote del mismo color que su cabello.

 - Buenos días Jefe. – Dije mientras Gabriel y yo entrábamos.
 - Buenos días chicos. – Dijo desde su escritorio. – Desean tomar algo?
 - No, gracias. – Dijimos al mismo tiempo.
 - Bueno, supongo que Kevin ya les dijo que tengo una misión para ustedes…

  Asentí.

 - Muy bien. – Me entregó un sobre. – Este es Quique Estevanez, el jefe de la banda que trafica marihuana a la zona oeste del país. – El hombre se me hacía muy familiar. - También vende películas piratas y demás artículos ilegales. Tiene un hijo… Su nombre es Sebastián… Sebastián Estevanez. Nuestras fuentes más confiables nos dieron la información de que su padre está muy enfermo, y como su hijo, él será el sucesor del “Negocio familiar”. Para más seguridad su padre lo cambió de establecimiento educativo y también le cambió el nombre…
 - ¿Qué es lo que quiere que haga? – Dije antes de que continuara.
 - Tu misión es matar a Sebastián Estevanez, luego de que el heredero del negocio este muerto, vas por su padre.
 - ¿Lo único que tendría que hacer es matar al Padre y al hijo?
 - Al hijo y al padre Carina. Primero por el hijo, tenemos que asegurarnos bien de que no haya sucesor. – Dijo uniendo sus dedos y apoyando los codos en el escritorio.
 - Cómo estaremos seguros de que no elegirá otro… - Añadió Gabriel.
 - Ya investigamos. Parece que Estevanez no le dejaría a nadie su fortuna y su preciado negocio, sólo a su amado hijo. El más confiable…- Calló unos segundos. – Gabriel te acompañara… Es una misión demasiada peligrosa para ti sola.
 - ¿Pero por qué me elegiste a mí? – Pregunté sin entender.
 - Porque creemos que pasaras mejor desapercibida, ¿Quien podría pensar que una niña de 16 años es una asesina?
 - Entiendo. – Pausé. – Ahora, cambiando de tema… ¿Cuánto vendría a ser nuestra recompensa?
 - Mucho Carina, ¿Te parecería bien 25 millones por la cabeza de los Estevanez?
 – Gabriel me miró con los ojos bien abiertos –. - Me parece correcto. – Añadí seria.
 - ¿Cuando empezaríamos esta misión? – Preguntó Gabriel.
 - Lo más antes posible hijo… - Respondió - Confió en ustedes…
 - No se preocupe Señor. No lo decepcionaremos. – Me levanté de la silla.
 - Otra cosa que quería mencionarte…
 - ¿Qué? – Dije.
 - Tendrás que ir a esta dirección, una de mis agentes te estará esperando. – Me entregó el papel.
 - Entendido.

  Gabriel y yo salimos de su oficina. El iba examinado la foto que el Jefe nos había dado. Una vez que entramos al auto…

 - Carina...
 - ¿Qué ocurre? – pregunté al ver su rostro. Tenía una expresión de asombrado mezclado con tristeza. Sus ojos estaban cristalizándose. – Gabriel, ¿Qué te ocurre? – Dije preocupada… —