- ¿Me disculpas? – dijo dulcemente.
- Sí. – sonreí. – Yo también, quiero pedirte disculpas. – dije apenada. – Soy muy celosa.
- Eso demuestra lo mucho que me amas. – junto nuestras frentes. – Te amo.
- Yo te amo mucho más. – besé su mentón.
***
Al día siguiente me levanté otra vez sobresaltada, había tenido el mismo sueño. Miré a mi alrededor y Sebas no estaba. Fui al baño, luego me cambié [http://www.polyvore.com/cgi/set?id=82169600 ] y bajé rápidamente. Allí en sala se encontraban Gabriel y Sebas conversando.
- Buenos días hermanita. – dijo Gabriel Sonriendo.
- Buenos días ¿Y Malena? – pregunté mirando hacia ambos lados.
- Se fue de compras. – hizo una mueca. – Quería un día para ella sola.
- Me parece bien. – Reí. - ¿Guille duerme?
- Sí.
- Cari-, ¿Vamos a ir a hablar con la Sra. Marta sobre la casa? – preguntó Sebas.
- ¿Ya? ¿Tan rápido?
- Quiero conseguir una antes de que nos casemos.
- Bueno, si tú quieres… Voy a hablarle, así le aviso que iremos esta tarde. – dije yendo hacia el teléfono.
Hablé con la Sra. Marta y quedamos de acuerdo en juntarnos en la casa a la misma hora que la última vez.
Miré el reloj y vi que aún era temprano, así que decidí ir al centro comercial para ver un par de cosas para el casamiento. Aún no sabía qué me iba a poner para el civil. Volví a mi habitación y me cambié [http://www.polyvore.com/sin_título_220/set?id=85333289 ] Para salir.
Bajé lentamente las escaleras, Gaby estaba con Guille que ya se había levantado y Sebas miraba la televisión.
- Sebas, ya vuelvo. Voy al centro comercial por un par de cosas. – dije tomando las llaves del auto.
- ¿Estás loca? – dijo.
- ¿Por qué? – Pregunté sin entender.
- No vas a ir sola.
- Sebastián, son sólo un par de cosas… Voy y vuelvo. – Dije yendo hacia la puerta.
- No. – Sentenció severo. – Te llevo y te traigo. Muy bien sabes lo que pasó ayer y en la situación en la que estamos. – dijo refiriéndose a los Suarez y Russo.
- Se cuidarme sola.
-No me interesa. – Me quitó las llaves del auto. – Me esperas aquí. – dijo y subió corriendo las escaleras para ir a cambiarse.
Me crucé de brazos y suspiré pesadamente. Luego lo vi bajar con unos jeans negros ajustados, una camisa a cuadros color roja y unas zapatillas negras combinadas con rojo.
- Vamos. – Dijo abriendo la puerta.
Lo quedé mirando un poco raro. ¿Por qué se arreglaba tanto? Además sólo iba a acompañarme. No le di importancia y subí al auto junto con él.
En menos de quince minutos llegamos al centro comercial.
- Sebas iré a ver un par de cosas por aquel loca. – le indiqué.
- Ok, iré a dar una vuelta, Cuando hayas comprado lo que necesitas me avisas ¿Si?
- Ok. – besé cortamente sus labios.
Malena ya me había dejado en una lista las cosas que más o menos debía comprar.
“- Un vestido.
-Zapatos.
- Joyas.
- Lencería.
- Reservar turno en Spa, peluquería y manicurista.”
¿Para qué necesitaba todo eso? Si con un vestido y un par de zapatos ya estaba todo… ¿Lencería? Eso… Eso era un poco incómodo.
Guardé la lista y fui recorriendo uno por uno los locales buscando las cosas que Malena me había recomendado.
Luego de tener casi todo, me faltaban los zapatos nada más, decidí volver a la fuente principal para llamar a Sebas. Me senté en una de las bancas que se encontraban por ahí, comenzaba a marearme y mi cabeza me dolía.
Levanté sólo un poco mi mirada y a lo lejos divisé a Sebastián a las risas con Ivana, mientras ella se le colgaba del brazo. Mi sangre comenzó a hervir… Por culpa de él y por culpa de ella también. ¿Sólo me había acompañado para encontrarse con Ivana?
Tomé las bolsas y fui directamente hasta donde estaban ellos. Quería saber qué tipo de excusa me diría Logan.
- Sebas, amor… - Dije con una sonrisa falsa en el rostro. – Estabas con Ivana.
- Oh Carina. – Dijo sorprendido. - ¿Por qué no me llamaste? Así iba a buscarte. – su nerviosismo se notaba.
- No hacía falta cariño. Te vi desde lejos con Ivana. – dije seria.
- Oh bueno, Yo me voy. – Dijo ella. – Aún tengo que hacer cosas, te llamo luego Seb
.
“-¿¡¿¡¿Qué?!?!?” – pensé. Él hablaba con ella a mis espaldas.
- Ivana, espera. – Dije fría.
- ¿Sí? – Dio media vuelta.
- Quédate un segundo, quiero hablar contigo.
- Ok, pero que sea rápido…
- Sebas, toma. – Dije entregándole las bolsas. – Ve yendo al estacionamiento, en unos minutos voy.
Sebastián sin decir nada se fue cargado de bolsas.
-De qué quieres hablar. – se cruzó de brazos.
- Mira, Voy a serte muy clara con lo que te voy a decir y si no lo entiendes es porque el tinte rojo te quemó las pocas neuronas que quedaban. – Me miró sorprendida, pero antes de que pudiera decir algo continué. – Te prohíbo terminantemente que hables con mi prometido sino me vas a conocer muy enojada. –dije severa. – ¿Crees que no me doy cuenta como le coqueteas? Desde la primera vez que te vi supe que serías un problema en nuestra relación, así que te lo digo por primera y última vez… No te metas ni con él ni conmigo, porque no sabes de lo que soy capaz de hacer…
- ____, voy a serte sincera. – Dijo con una sonrisa un poco extraña. – Tú futuro marido me gusta y me interesa demasiado. – Me quedé petrificada con lo que acaba de decir la muy descarada. – Y voy a hacer lo que SEA para que se fije en mí y parece que ya lo estoy logrando.
- Nunca lo vas a lograr, zorra de cuarta. – Le solté una bofetada. – Te lo advierto idiota. NO ME BUSQUES O ME VAS A ENCONTRAR. – sentencié y di media vuelta para volver al estacionamiento.